A partir de muchas investigaciones se sabe que el 50 por ciento de la felicidad depende de factores como creencias y hábitos que son modificables, por lo tanto se puede aprender a ser feliz.  El resto es genética”, dice Andrés Aljure, coach y profesor de la cátedra de felicidad y bienestar de la Universidad de La Sabana.

Además, ser feliz es una manera de prevenir enfermedades mentales como la depresión y la ansiedad, que amenazan con ser los principales motivos de discapacidad en países desarrollados a partir de 2020.

También se ha visto que los empleados felices son más productivos. Por eso, dice Aljure, “no es una moda sino un tema de agenda de la sociedad”. Y si no se enseña en colegios y universidades, como indica Anthony Seldon, director del internado Wellington College, en Gran Bretaña, “es posible que las nuevas generaciones no lo aprendan en ninguna otra parte”.

El objetivo de los cursos de la Felicidad es enseñar a tener una vida productiva y satisfactoria, aprender a tomar lo bueno y lo malo y aprovechar al máximo lo que la vida nos brinda.

La Universidad de Harvard desde 2006 imparte una  clase de la Felicidad siendo hoy una de las más requerida por los estudiantes.  En el curso se desarrollan aspectos principales  que generan mayor felicidad y satisfacción, curiosamente el dinero no aparece por ningún lado y la razón es sencilla. Según Aljure, después de que el ser humano logra satisfacer sus necesidades básicas la plata deja de ser tan importante, y si bien crea satisfacciones en quienes la reciben resultan pasajeras.

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50% DE LA FELICIDAD DEPENDE DE FACTORES COMO CREENCIAS Y HÁBITOS QUE SON MODIFICABLES, POR LO TANDO SE PUEDE APRENDER A SER FELIZ!!!

A continuación detallamos los hábitos más importantes que debemos aprender y adoptar para ser más felices y productivos:

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  • La felicidad está en la mente:Según Aljure, “el 10 por ciento es lo que nos pasa en la vida y el 90 por ciento es lo que hacemos con lo que nos pasa”. Saber que se tiene ese control es clave en la adversidad. Hábito: tenga una actitud positiva frente a los acontecimientos y eventos externos.
  • Agradezca: El agradecimiento es beneficioso porque genera altos niveles de bienestar porque “en ese acto uno crea empatía con la bondad del otro y eso nos hace sentir buenos a su vez”. Hábito: elija cada noche el hecho más agradable del día y agradezca.
  • Haga ejercicio:durante la actividad física el cerebro secreta un tipo de hormonas, las endorfinas, opiáceos naturales que proporcionan una sensación de calma y placer. Hábito: realice una actividad física por 30 minutos todos los días.
  • Cultive sus amigos:los amigos ayudan a que los individuos se desahoguen y al hacerlo se producen varias cosas: se reducen las emociones negativas, el cerebro se estructura mejor porque entiende con más claridad la situación y, además, brindan consejo y apoyo. Hábito: mantenga cinco relaciones de amistad durante toda la vida.
  • El sentido de propósito:tener una meta, un proyecto, un sueño que le dé sentido a la vida redunda en bienestar porque funciona como un motor interno que  sirve para sobrellevar los obstáculos. Habito: defina el o los sueños que desea alcanzar en los próximos 2 a 5 años.
  • Simplifique:la premisa es que la cantidad impacta la calidad. Los expertos aconsejan no agendar más actividades de las que puede hacer, ni vivir muy lejos del trabajo, ni quedarse rumiando los problemas. Hábito: establezca prioridades.
  •  Medite: esta práctica milenaria reduce el estrés negativo, relaja, genera paz interior y da energía al cuerpo y a la mente para capotear las situaciones diarias. Hábito: medite 15 minutos diarios a primera hora en la mañana.
  • Permítase ser humano: errar no es malo si se ve como una oportunidad para aprender. “Las personas más infelices son las que pretenden que todo les salga perfecto”, señala Aljure. Hábito: Sea más tolerante y flexible.
  • Vuélvase un caucho: la resiliencia se asocia a la habilidad que tiene un caucho de volver a su estado normal. Tener la elasticidad suficiente para ser impactado por un trauma, pero al mismo tiempo poder recuperarse. Hábito: reemplace la frase “porque a mi” por “para que a mi”.

¿Quieres ser más feliz?

Pon en práctica estos nuevos hábitos.

¿Cómo se adopta un hábito?

Con práctica, práctica y más práctica. Repítelos al menos  por 30 días y se quedarán contigo.

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